A menudo se comete el error de hablar de África como un todo. El continente africano esconde realidades muy diversas que abren un escenario donde caben miles de dialectos distintos, paisajes áridos y tropicales, diferentes culturas y religiones, y un estado mental que no deja de ser la pura esencia de África. Nuestro responsable en Senegal Oumar describe África como el continente de la palabra. Cuando una persona mayor fallece, muere con ella una biblioteca entera llena de experiencias y sabiduría. En Kassumay trabajamos día a día por empoderar a sus gentes y sacar a la luz estos detalles que hacen de África la cuna de la civilización.

¿Por qué se celebra el 25 de mayo el Día Mundial de África?

En 1958 se celebró por primera vez el Congreso de los Estados Africanos donde se agruparon diversos países del continente para determinar su liberación y el proceso de descolonización. De aquí nació la Organización para la Unidad Africana que hoy conocemos como el Día de África.

En este día, los medios de comunicación recuerdan las necesidades del continente, pero estas exceden su importancia como para dedicarles tan solo un día. Las ONGDs y asociaciones que trabajamos en África sabemos de la urgencia con la que se necesitan cambios para abordar problemas tan cruciales como la pobreza.

La falta de recursos es una de las principales razones por las que aumenta cada vez más el flujo migratorio hacia Europa. Una situación que se agrava con el tiempo debido a los efectos del cambio climático. La desertización deja a los africanos desprovistos de alimento y trabajo agrario. El acceso a agua potable también sigue siendo un lujo. 300 millones de personas en el continente no disponen de este recurso vital para la salud.

Un continente de lucha y superación

Si bien es cierto que existen unas necesidades sociales imperantes, África lleva tiempo mostrando señales de mejora que nacen de su fuerza y capacidad de lucha ante condiciones muy difíciles de vida. En concreto, Senegal lanzó con el inicio de la pandemia un programa de resiliencia social y económica de 1.600 millones de dólares destinado al apoyo sanitario. Los esfuerzos se centran en conseguir la seguridad y soberanía alimentaria apoyando las principales actividades económicas de los senegaleses entre las que se incluye la agricultura, la ganadería o la pesca, muy presente en ciudades como Mbour donde Kassumay basa la mayoría de sus proyectos.

En Senegal, las restricciones contra la Covid-19 han conseguido una baja tasa de contagio, pero también han provocado un cese de la actividad económica de la que dependen miles de senegaleses para cubrir necesidades tan básicas como la alimentación.

La labor de Kassumay

Para Kassumay el día de África son todos los días del año. Las necesidades de las que somos testigos nos obligan a dedicarnos activamente a mejorar las condiciones de vida de los senegaleses poniendo un foco especial en la figura de la mujer y la protección de la infancia.

Nuestros proyectos se dividen por áreas. En primer lugar la ayuda a la alfabetización. Kassumay cuenta con una escuela infantil y una primaria en Mbour Maures y Sonatel donde niños y niñas reciben una educación igualitaria en busca de la creación de oportunidades, y donde nos aseguramos que se alimenten a través de nuestra campaña de nutrición. El sistema de apadrinamiento es la forma que tenemos de conseguir que cada año más pequeños puedan asistir a la escuela.

Respecto a la protección de la salud, contamos con un dispensario médico y una maternidad para atender a mujeres y niños, así como cualquier vecino que precise de atención médica.

En nuestra misión como ONGD está el empoderamiento de la mujer africana, una figura de una fuerza descomunal que consigue mover el continente para sacar a su familia adelante. Por esta razón, Kassumay cuenta con diversos proyectos destinados a mejorar las condiciones de vida de las senegalesas, en concreto su desarrollo económico y laboral. Contamos con dos talleres de costura en Mbour Maures y Pikine para motivar la independencia económica de estas mujeres. Con este mismo propósito financiamos molinos eléctricos para las poblaciones rurales, así conseguimos proteger la salud de las mujeres que pasaban innumerables horas moliendo el mijo y les facilitamos que tengan excedentes para vender.

Como hemos explicado antes, uno de los grandes problemas en África es el agua. Mujeres y niños recorren distancias extremadamente largas para llevar agua a su poblado. Kassumay ha conseguido construir ya tres pozos que garantizan el agua a los barrios de Sonatel y los poblados de Fao y Louly.


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